Se
puede hablar de gimnasia cuando en el antiguo Egipto se realizaban las
acrobacias circenses. En el siglo II a. c. los hombres y mujeres de la
civilización minoica desarrollaron el arte del salto del toro: el
participante corría hacia un toro que le embestía, agarraba sus cuernos
y, antes de ser lanzado por los aires, ejecutaba una pirueta en el aire
para intentar caer en la grupa del animal, del que se bajaba
rápidamente.
En la antigua Grecia se desarrollaron tres
programas distintos de ejercicios de gimnasia: uno para el mantenimiento
de la condición física, otro para entrenamiento militar y un tercero
como parte del régimen de adiestramiento de los atletas. Cada ciudad
griega tenía un gimnasio, un lugar donde era costumbre realizar los
ejercicios desnudos. Los primeros profesores griegos de mantenimiento
físico (
paidotribes) fueron los pioneros en diseñar sistemas de
actividad física, tanto para atletas como para todos los ciudadanos.
Estos programas, entre los que había ejercicios gimnásticos, eran
considerados fundamentales en la educación de los niños. Los griegos
creían que la unidad de mente y cuerpo podía alcanzarse sólo a través de
la participación en ejercicios físicos. Los sistemas gimnásticos
diseñados para preparar a los militares fueron muy usados por los
romanos.
Las técnicas modernas fueron desarrolladas en Alemania
en la segunda mitad del siglo XVIII. El primer profesor de gimnasia
moderna fue Johann Friedrich Simon, en la escuela de Basedow, en la
ciudad alemana de Dessau, en 1776. El educador Friedrich Ludwig Jahn,
padre de la gimnasia moderna, fundó en 1811, en Berlín, el
Turnverein,
un club gimnástico que estaba presente en toda Alemania y que tenía
ideales nacionalistas. Inventó ejercicios que desarrollaban la fuerza
física y la autodisciplina para los que usaba piezas de aparatos
estáticos. El sistema sueco, inventado por el gimnasta Pehr Henrik Ling,
enfatizaba, por el contrario, el ritmo y la coordinación de movimientos
a través de rutinas practicadas con aros, mazas y pelotas pequeñas.
Los
emigrantes alemanes y suecos que llegaron a Estados Unidos en el siglo
XIX llevaron consigo sus ideas sobre la gimnasia. Los alemanes fundaron
clubes gimnásticos o
turnvereins, donde las familias acudían
juntas. Un sistema mixto entre el alemán y el sueco se introdujo en los
programas de educación física en las escuelas de Estados Unidos hacia el
final del siglo. Sin embargo, la gimnasia no ha adquirido popularidad
en Estados Unidos hasta fechas recientes. En Gran Bretaña hubo incluso
menor interés, excepto en círculos militares.
En España, el
primer centro oficial donde se practicó fue en el Instituto Real
Pestalozzi, fundado por Amorós en 1806 en Madrid. No obstante, la
gimnasia arraigó en algunas escuelas y se fundó la Asociación Amateur de
Gimnasia en 1888. En Europa se desarrollaron clubes y otras
organizaciones nacionales y en 1881 se fundó la Federación Internacional
de Gimnasia (IGF).
En el año 1896 se incorporo una nueva
disciplina deportiva “la Gimnasia”, en los Juegos Olímpicos. En aquellos
juegos recordamos que en esa época sólo competían hombres, los
gimnastas alemanes consiguieron la práctica totalidad de las medallas.
Entonces sólo cinco países llevaron gimnastas a la competición. Además
en aquel tiempo los ejercicios a realizar eran gimnásticos, en caballo
con arcos, paralelas, anillas, atléticos, correr, levantamiento de
pesas, salto de altura, etc. Las competiciones atléticas fueron
suprimidas en los juegos olímpicos de 1936 y la última vez que se
pudieron ver fue en los campeonatos del Mundo de 1954.
La
primera gran competición gimnástica que se hizo fuera de unos juegos
olímpicos fueron los que hoy en día se consideran los primeros
campeonatos del Mundo de este deporte que tuvieron lugar en 1903 en
Antwerp (Bélgica), y hasta 1913 tuvieron carácter de bienal (cada 2
años), comenzaron nuevamente en 1922 y desde 1979 se han vuelto a
celebrar cada 2 años.
La base de la gimnasia artística moderna
quedó fijada en los juegos olímpicos de 1924 en París. Fue entonces
cuando se incluyó por primera vez el programa de competición que hoy en
día reconocemos, es decir, competiciones por aparatos, individuales y
por equipos.
El debut de las mujeres en la gimnasia se dio en
los Juegos Olímpicos de 1928. El equipo ganador en aquella ocasión fue
Holanda. La competencia individual femenina comenzó en el año 1952. La
gimnasta más condecorada de la historia (incluyendo ambas categorías,
femenina y masculina) es la soviética Larisa Latynina, que llegó a ganar
dieciocho medallas olímpicas, incluyendo nueve medallas de oro, entre
los años 1956 y 1964, y que en 1998 ingresó al Salón de la Fama de la
Gimnasia Internacional. Inmediatamente después de Latynina se puede
situar a la legendaria gimnasta checoslovaca Vera Caslavska.
Actualmente
la gimnasia es uno de los deportes más emblemáticos del programa
deportivo olímpico, junto con el atletismo y la natación.